En la LOMLOE se habla de situaciones de aprendizaje como un enfoque pedagógico que busca que los estudiantes adquieran conocimientos, habilidades y valores a través de la resolución de problemas y la participación en actividades significativas.

En este enfoque, los estudiantes son activos en su proceso de aprendizaje y tienen la oportunidad de explorar, investigar y experimentar en un entorno seguro y guiado por el profesor.

El objetivo de las situaciones de aprendizaje es proporcionar a los estudiantes una experiencia educativa que sea relevante y significativa para su vida y que les ayude a desarrollar habilidades para enfrentar situaciones del mundo real.

Las situaciones de aprendizaje pueden adoptar muchas formas, pero todas comparten estos tres elementos:

1) Se centran en una única destreza o concepto.

2) Están diseñadas para que los alumnos practiquen esa destreza o concepto en contextos reales.

3) Tienen resultados claramente definidos y mensurables que muestran si los alumnos han dominado esta destreza o concepto después de practicarlo en esta situación de aprendizaje.

Ahora bien, ¿cómo diseñamos una situación de aprendizaje?

Para diseñar situaciones de aprendizaje efectivas, es importante tener en cuenta varios factores. Uno de los más importantes es establecer claramente los objetivos de aprendizaje, ya que esto ayudará a guiar el diseño de la actividad o tarea que se utilizará para alcanzar esos objetivos.

También es importante considerar el contexto en el que se llevará a cabo la situación de aprendizaje, ya que puede influir en la forma en que se desarrolle la actividad y en la manera en que los estudiantes respondan a ella.

Otros factores a considerar al diseñar situaciones de aprendizaje incluyen:

• La edad y el nivel de desarrollo de los estudiantes
• Las habilidades y conocimientos previos de los estudiantes
• Las necesidades individuales de los estudiantes
• La disponibilidad de recursos y materiales
• El tiempo disponible para completar la actividad

En general, es importante diseñar situaciones de aprendizaje que sean retadoras pero alcanzables para los estudiantes, y que fomenten la participación activa y el pensamiento crítico. También es importante proporcionar retroalimentación clara y precisa para ayudar a los estudiantes a mejorar su comprensión y habilidades.